jueves, 15 de diciembre de 2016

MIDnight


Entonces noto como mis zapatos se despegan de la humeda tierra y comienzo a flotar.

La presion es cero, y mis ganas de explorar son unicas.
Solo y muy acompanado. Estrellas, destellos, y nuestra hermosa y ya pequena  tierra azul que dejo mas abajo.

Sin retransmisor ni traje espacial, la gravedad es la que me guía.
Suave y lenta. Igual que cometas por el cielo.

Aqui no hay noche ni día. No hay ruido ni tiempo.  Solo paz. Nostalgica y curiosa paz. Solo calma.

Noto  los rayos de la estrella solar recorriendo la yema de mis dedos.
Sigo aquí, perdido en la misma galaxia donde desarollo todos mis pensamientos, solo que un poco mas arriba.

Primavera, verano, otoño e invierno.
Amanecer, atardecer y anochecer.

Soñar, dormir, despertar, soñar, dormir

El mundo se para.

Te abandoné para no pensar, para pensar en lo pequeno que soy, y así haré.

Aqui no hay principio ni fin. No hay ruido ni tiempo.  Solo paz. Nostalgica y curiosa paz. Solo calma.

Y ahora dónde estoy? Eso no importa astronauta.


Fijo la mirada en el firmamento mientras yo con mis pensamientos floto a la deriva.

sábado, 18 de agosto de 2012

Cristal




Lamina cristalina por la que cruzaban los rayos del sol, aquella que siempre brillaba y por la que en caso de lluvia, era lo suficientemente lisa y llana, para que las gotas de la tormenta deslizasen hasta quedarse abajo. Más tarde, la propia naturaleza, hacía secar aquel charco.

A veces, no es suficiente. Soñé con verte. Soñé con tocarte. Soñé con protegerte. Soñé y soñé… pero ya no estaba. Ya no había nada nítido, puro. Ya no veo mi reflejo, ya no veo el tuyo, tampoco el de nadie.

Las puntas del cristal se me clavan por los dedos. Son pequeñas, pero lo suficiente afiladas para atravesar mi cuerpo entero y llegar ahí donde más duele. Mis recuerdos.

Quizás es ahí donde todos los cristales van a parar, o quizás otro lugar debería ser su destino. ¿Que tal el corazón? Quizás lo prefiera.

Me niego a pensar que el cristal nunca fue puro, o que su reflejo nunca funciono. Y no dudo, sino lo sé. Nuestras manos sobre nuestra espalda siempre fueron suaves. Las mismas. Puras, reales y claras. ¿Por qué cortarlas ahora? ¿Por qué ya no brillas conmigo cristal?

Perdóname lastimarte, pero cristal… no tortures mis manos. No tortures mis recuerdos ni los tuyos. No me odies ni te apagues. No te dejes contaminar y vuelve a brillar. No me hagas daño. Porque te veo ahí donde me muevo. En cada espejo, en cada reflejo ¿No me ves tú a mí? ¿O me odias y por eso me astillas?

Ignoro las burlas o murmullos de otros, pero no te vayas, no me dejes. Cristal resplandeciente y bello, no te dejes romper más. Soy el mismo, soy yo, ¿no me reconoces? Te extraño y te añoro. Ojalá podamos volver a brillar, y de un modo u otro, vernos de nuevo. Te pienso de verdad. Soy yo, de verdad.

Te echo de menos, cristal decoroso, puro y bello.




Jorge

sábado, 28 de enero de 2012

Wake up



    Hoy, escribo únicamente para dar las gracias. Dar las gracias de poder estar aquí, de poder vivir en un lugar como el que vivo, y rodearme de gente a la que aprecio y quiero. De poder levantarme cada mañana, poder mover cada una de mis piernas, y tener plena libertad de mover cualquier parte de mi cuerpo a mi antojo y júbilo. De sonreír, y de disfrutar con cada rayo de sol.

A veces no me doy cuenta, que las desgracias, es pan de todos. Que las malas situaciones de vida, son pan de muchos, y que las pocas ganas y entusiasmo que ponemos a nuestros que haceres diarios, a veces son mínimos. Con esto no pretendo ser moralista ni ético. Simplemente exaltar un sentimiento, e intentar potenciar otros muchos.

Dar las gracias por poder correr y poder gritar.

Hoy, me he levantado de la cama y me he dirigido al baño, los rayos del sol me llenaban de luz. Y sí, es cierto que todas las personas de este mundo tienen sus baches y sus malos momentos. Pero ahí estaba yo frente al espejo, teniendo un futuro incierto por delante, que muchos no pueden aprovechar. Sintiéndome muy agradecido de lo que tengo y he tenido. Acordándome de aquellas personas, que por unas circunstancias u otras, han tenido segundas oportunidades en la vida, personas que han estado a punto de perderlo todo, y cómo en algunas ocasiones, darme cuenta de lo que tengo, se encuentra bajo tierra.

Dar las gracias por tener una familia, rodearme de todos aquellos que han hecho lo que soy hoy, de cantar, y de ser quién y cómo soy.

Hoy me da igual todo lo material, ojala tenga esta sensación al despertar cada mañana de mi vida. Lo más probable es que no sea así. Pero como todo buen momento, he de aprovecharlo. Hoy, como ya he dicho, me siento afortunado. Y ojala el resto, también se sienta así.


Música: I need to wake up de Melissa Etheridge.

jueves, 16 de junio de 2011

Cuerdas


Hace ya tiempo que dejaron de sonar tus cuerdas.
Cuerdas tensas y afinadas, que con solo el sonar,
eran capaces de enamorar al más insensible de nosotros.
Capaces con él, de recorrer todos esos lugares y caminos
que tanto soñó nuestra imaginación.
Esos a los que nunca fuimos
y que probablemente nunca podamos explorar,
sin aquellas notas del preciado instrumento.

Aquel que presenció mis mayores aciertos y desplomes.
Mis inseguridades y mis errores.
Mi empeño y mi lucha por escuchar esas notas
que tanto me hipnotizan.
Hojas secas de otoño en el camino de un parque,
un paseo nocturno bajo la luz calida de las calles,
unos preciosos ojos acompañados de una dulce mirada,
o un día amargo.

Cuerdas que antes sonaban más fuerte,
y que con el paso del tiempo y su desuso, pierden sonido,
hasta que vuelves a rozar ese delicado instrumento,
y aquellas notas son de nuevo ensayadas.

Cuerdas que con un pequeño golpe de brisa,
son capaces de sonar, y hacerte estremecer.
Estremecerte hasta dudar,
si es la delicada melodía la que te causa tanta tristeza,
la que hace brotar todo tipo de sentimientos,
o de la que nunca te separarías.

Inquieta, cambiante y lejana.
La que te causa el brillar de los ojos,
y el recuerdo y soñar de muchos pensamientos y fantasías.
Fuerte, pura e inclemente.
Melodía que hoy, una vez más, vaga por mis oídos.
Melodía que de tan añoro me pone, pero que de gran gusto recuerdo.
Probablemente, vuelva a ser el poder de ésta,
la que me encandile y la que vagará por mi cuerpo, tras pasen los años.
Poeta, dulce y violín.



Música: Schindler's List/La lista de Schindler

martes, 10 de mayo de 2011

Sunflowers in May


Tú, dulce y pequeño.
Inquieto, como el viento.
Suave, como la seda brillante de una mañana.
Caído en, por aquel entonces, noviembre. Fuiste el mejor regalo.
Nunca te esperé, y nunca podrías haber sido más bello.
Ansioso en tus cosas, y testarudo en muchas otras.
Tantas horas te he mirado, tantas cosas te he contado,
y supongo que a tu manera, tanto me habrás tenido que oír y escuchar.
Testigo de mis mayores sentimientos, encuentros y secretos.
No dejo de pensar en todos esos momentos.
Traté de mimarte y cuidarte.
Nunca rozaste esos campos, esas flores, ni estuviste con más de los tuyos.
Y ahora que he de desprenderme de ti, no se me ocurre forma ninguna
de decirte que te echare mucho de menos, que te llevas muchas cosas,
y que aunque pasen los años, siempre te llevaré en el corazón.
Gracias por todo.




Música: Somewhere over the rainbow de Eva Cassidy.

martes, 19 de abril de 2011

Vanilla twilight

Ojala, casi perfecto, imborrable, Todo,
Siempre

Porque odio dudar en esto... pero lo hago cada día


lunes, 28 de marzo de 2011

Serrano 41

    No sé a vosotros, pero a mi me encanta salir de la ducha descalzo, llegar hasta mi habitación mientras suena la mejor música que he podido seleccionar para la lista de reproducción antes de salir. Ese sentimiento pegadizo de una prometedora noche, diferente a las anteriores, y simplemente, una noche puede que inolvidable y llena de sorpresas.

Subir el volumen, elegir si camiseta o camisa… que esperemos que no porque tengo cuatro y muchas feas, elegir entre todo el surtido de Calvin Klein, bajar el volumen porque no sabes si suena el teléfono… vestirte, volver a subir el volumen de nuevo, echarte colonia… Todo ello claro esta si no eres jorge en un 70%, teniendo que saltarte muchos de estos pasos porque has malgastado ese tiempo dedicado a este “preparamiento” en chorradas varias. Sí… parecía que esos 30 minutos que te quedaban, eran minutos normales, de esos que no ejercen la mitosis y que cuando vuelves a echar la vista al reloj no te sale un “coño, ahora quedan 15…”  y sí, es algo que debo cambiar. Pero bueno, al fin y al cabo todos somos muy parecidos en nuestro pequeño mundo diferente y estoy seguro de que no soy el único, y muchos saben de lo que hablo.

Es entonces cuando ya preparado y listo, tienes la suerte de ver Madrid de noche, ¡y en todo su esplendor! Sus maravillosas calles por donde llevas paseando toda tu vida, unas con suerte y otras con menos, unas en familia y otras no tanto, feliz, triste, animado, desesperado, e incluso alguna vez de la mano.

Pero centrémonos en la noche. Parece que va a ser una buena noche, la luna esta más grande que estos últimos días y mi presentimiento aún se mantiene. No solo calles… por supuesto ya ves como la marabunta de jóvenes y no tan jóvenes se agolpa en el metro, ellas con sus tacones de colores, y ellos con camisa unos cuantos, yo finalmente, he optado por polo, línea media. Eso sí, como todo joven, o eso parece, no puede faltar las botellitas de limón, coca cola e incluso fanta de naranja a veces. Sí… alcohol también hay un poco. Y para que engañarnos, seguro que a muchos diambulantes del metro esta noche, esos vasitos con hielo, les hará pasar una buena noche, reírse más, y también malas jugadas acabando en matorrales con su única visión al suelo, tampoco nos engañemos del todo. También dicen que con un poco de esta ayuda, te asciende a un punto de indiferencia y felicidad, haciéndote olvidar todo aquello que llevabas en esa mochila de la cual a veces os hablé. También existe la posibilidad de que te pegue una patada este majo vaso y haga que se te caigan todas las cosas de la mochila. Yo de momento me mantengo al margen procurando que esta noche sea simplemente una gran noche.

A veces te puedes encontrar con inconvenientes como… esperas en el metro eternas, más frío de lo previsto, lluvias… pero… ¿Qué tonterías no? aunque tengas media cabeza mojada y aireada cual pingüino. Pensamientos positivos… siguen siendo los mismos.

No sé vosotros, pero estoy algo cansado de sentirme afortunado por tener la gran suerte de entrar a algún sitio por el motivo de ser chico. Pero bueno, ya estoy dentro y la música no esta mal. Las luces molan y el sitio… esta bastante bien. No abarrotamientos, no excesivo calor, no excesivo pijerio.

Realmente parece un sitio genial, donde y desde otra perspectiva puedes continuar examinando la noche de Madrid, donde puedes ver cosas como una chica entrada en carnes con un minivestido de mi prima pequeña la Mary realizando aspavientos con su trasero sobre un pobre chico, como cual gata en cocolandia, mientras el no tan pobre chico le sube el vestido entre espasmo y espasmo. También están aquellos imanes de la nevera humanizados en seres humanos como nosotros. Las flipadas de turno, algún raro y extraño señor que deambula toda la noche solo por la zona y algún ser insólito más de la noche. Pero resulta divertido ver situaciones así, y muchas veces, son estas cosas las que hacen que recuerdes una noche como una gran noche graciosa y divertida. Por supuesto, existe gente completamente normal en la discoteca, y exceptuando los casos aparte, será maravilloso compartir noche con el resto de la gente.

Me encanta ir de fiesta con vosotros, me encanta salir, reírme, hacernos alguna foto, ir como imanes al foco de captación de la cámara cuando esta se asoma a hacer una foto y con ello por supuesto hacer el tonto, bailotear de forma graciosa, imitarnos y seguir los pasos del otro, y… me encanta bailar, aunque no se me de extremadamente bien.

Si en ese momento giro la cabeza y observo mi alrededor me doy cuenta, que la gente lo esta pasando bien, se ríe y disfruta de la noche, y por obra mágica, como si de magia se tratase, para muchos esa noche será decisiva para otras muchas cosas.
¿Pensamientos positivos? Unos cuantos menos. Ya estoy algo cansado, mi efusividad ha mermado mucho.

Y es en ese mismo instante cuando comienza  a sonar una de esas canciones que uno considera, sus canciones. Y lo único que se te ocurre decir es algo como… me encanta esta canción… ¿A quien pudiese interesar que esa canción te guste?, ¿o lo que significa para ti? ¿Qué recuerdos te traiga, qué simboliza o acaso por que ahora bailas más lento? Seamos francos…

Cómo del hilo musical que envuelve la sala, se clava por tu cuerpo deteniéndote a examinar la canción, a traer sensaciones y emociones a tu cabeza que te hace flotar y vagar a otro lugar completamente fuera de esta discoteca. Simplemente esa patada sin vaso me hace estremecer y sentirme completamente fuera de todo. Supongo que no soy el único que se ha sentido así alguna vez.

Y es ahí y en ese momento, cuando por mucho que intentes pillar el ritmo con tu cuerpo a la melodía, estas desacompasado, fuera de todo, del resto, solo, y que nadie más va a poder entenderte.

Esta serie de canciones y sensaciones se clavan tan hondo, que ya bailar y sonreír cuesta, resulta irónico y patético. Me doy cuenta de que la noche ha sido como una más, no ha sido mala, pero tampoco buena, simplemente sin más.
Que he disfrutado con mis amigos, pero en momentos como estos desearía estar muy lejos. Evitando cualquier contacto, pensamiento estupido y no racional que en ocasiones me encantaría soñar. Que  la única sorpresa que me ha deparado la noche ha sido la lluvia con viento inesperada. Y que mis pensamientos positivos los dejé media hora atrás, antes de que me apartase del mundo y me sentase en una especie de sofá.

Como ya dije, hay veces que te gustaría soñar toda la vida, aunque sepas que no es real, o sencillamente, no despertar a veces.

Simplemente la prometedora noche inolvidable y llena de sorpresas solo tenía cabida en mi imaginación. Una noche más y en momentos así, me encuentro desplazado del mundo.


Música: How does it feel de Klass, Empire State of Mind de  Alicia Keys.